De sobra es conocida la afición de Mario a cambiar el mono de fontanero por otros trajes de faena que igualmente le quedan súper bien, como por ejemplo en esta ocasión en la que se enfunda uno rosa a rayas blancas para dar lecciones en el campo de golf. Es obvio que para gustos hay colores, más en estos casos, pero de lo que no cabe duda es que este NES Open Tournament Golf (que es el nombre completo de este juego) es uno de los títulos más sobresalientes en la historia de la 8 bits. La versión japonesa es sensiblemente superior sobre todo en cuanto contenidos y niveles, pero no es menos cierto que en cualquier caso disfrutaremos de un juego de golf realista con muchos detalles y toda la esencia retro intacta.
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